Consejos de bronceado

Encuentra la crema solar perfecta para ti

09 Jul, 20

Un chapuzón en el mar, disfrutar de un helado al atardecer, estrenar vestido nuevo… ¡Hay tantas cosas que queremos hacer en verano! Sobre todo en este tan especial, que ha venido precedido de meses y meses de confinamiento. Precisamente por esto último no debemos olvidar que no solo es un verano diferente para nosotros, también lo es para nuestra piel.

Al haber pasado un tiempo tan extenso sin estar expuesta al sol, nuestra piel y su cuidado y protección merecen especial atención. Y por eso vamos a hablarte de los fototipos y lo importante que es que descubras el tuyo para hacerte con la crema que mejor se adapte a las condiciones de tu piel.

Antes de comenzar, te preguntarás… ¿Qué son los fototipos? Un fototipo es el término que empleamos para referirnos a la capacidad que tiene la piel para asimilar la radiación solar. Existen hasta seis fototipos diferentes que corresponden a cada tipo de piel. 

A continuación, vamos a clasificarlos en función de la protección que necesita cada uno, para que puedas encontrar así tu crema solar idónea:

PROTECCIÓN ALTA O MUY ALTA

Fototipos I-II.

Si tu piel es clara, presenta lunares o pecas y se broncea con mucha dificultad, tu fototipo corresponde al I-II. Estos fototipos pertenecen a pieles que se queman con facilidad y son muy sensibles a la exposición solar, por lo que requieren de una protección alta o muy alta, cuyo SPF no debe ser menor a 50

   

PROTECCIÓN MEDIA O ALTA

FOTOTIPOS III-IV.

Eres de las que consigue un buen bronceado durante el verano, ya que tu piel asume rápido esa tendencia, y sufre quemaduras mínimas. Pero no te confíes, no debes bajar la guardia ya que al pertenecer al grupo de fototipos III-IV, cabe la posibilidad de que te quemes al exponerte al sol, pudiendo afectar así al estado de tu piel. Para ello, utiliza cremas solares con factor de protección entre 30 y 50 SPF, como las siguientes.

 
 

PROTECCIÓN BAJA

Fototipos V-VI.

Tu piel oscura rara vez presenta quemaduras provocadas por el sol y eres de las afortunadas que se broncea con facilidad; perteneces a los llamados fototipos V- VI. Te basta con un paseo al sol para conseguir broncear más tu piel, no obstante, debes protegerla para evitar daños en la misma. Ya sea con un factor de protección 25 SPF, 15 SPF o inferiores, no olvides aplicar crema solar en tu piel y protégete de los efectos nocivos del sol.

   

Una vez tenemos claro cuál es nuestro fototipo y qué crema es la que mejor se adapta a nuestra piel, debemos poner atención a algo tan sencillo (pero no por ello menos importante) como su aplicación. Un pequeño gesto que puede cambiarlo todo y para el que te recomendamos algunos pasos extra:

· Antes de aplicar, limpiar. La limpieza de la piel es igual de importante a la hora de protegerla. Al aplicar crema solar en el rostro, recuerda preparar la zona antes e hidrátala tras su limpieza.

· Siempre 30 minutos antes. Tu piel necesita absorber la crema solar una vez la apliques sobre ella para que consiga una protección total, por eso no olvides ponerte crema treinta minutos antes de exponer tu piel al sol. Repite la aplicación tras bañarte o transpirar, una vez que tu piel esté seca.

· No te cortes con la cantidad y la frecuencia. Un error común a la hora de aplicarnos la crema es aplicar la misma cantidad que si se tratase de una hidratante o incluso del gel de baño. La realidad es que es mejor aplicar una cantidad abundante de crema solar para asegurar que ésta realice su trabajo. ¿La cantidad recomendada? 36mg de crema para proteger la piel del cuerpo de un adulto (lo que equivaldría a 6 cucharadas de café). Además, deberás repetir la aplicación con frecuencia, volviendo a proteger tu piel aproximadamente tras un par de horas. ¡Y recuerda! Menos cantidad o frecuencia, conduce a una reducción significativa de la protección.

· Presta atención a todas las partes de tu cuerpo. Los labios, las orejas, el cuello, los párpados y los pies son los grandes olvidados a la hora de proteger nuestra piel del sol. Y todos ellos requieren la misma atención que el resto del cuerpo… No olvides protegerlos con factor de protección muy alto, y con fórmulas que te protejan frente a rayos UVA, UVB e Infrarrojos, ya que es la zona más expuesta durante todo el año. ¿Algunas opciones Babaria? ¡Te las dejamos a continuación!

   

La exposición al sol, mejor de forma gradual. De la misma forma que preparas tu cuerpo para una maratón, debes preparar tu piel para la exposición solar. Así que, por lo que al tiempo se refiere, comienza con diez minutos el primer día; quince el segundo, veinte el tercero y así sucesivamente hasta que hayas reducido la sensibilidad que tu piel presenta los primeros días de sol.

Siguiendo estos consejos y con la crema más adecuada para tu tipo de piel, obtendrás el bronceado perfecto de forma segura y una piel sana.